Todas las personas tienen la posibilidad de hacer del mundo un lugar mejor, pero pocas son las que eligen dedicar su vida a esta empresa que es sin dudas, tan desgastante como gratificante. María Itatí (Marita) Ortega es de Alvear, es maestra y es una de las que frente al habitual “sálvese quien pueda”, optó por marcar la diferencia y utilizar su profesión para, desde la escuela, intentar hacer que sus niños, alcancen un futuro más grande. El martes pasado, Marita (embarazada) se iba a casar con Rodrigo, pero decidió posponerlo para poder estar presente en el acto donde, ese mismo día, el Gobierno Provincial y el Ministerio de Educación la reconocerían como una de las docentes destacadas de Corrientes. “Yo no estaba por venir, pero Rodri me insistió porque esto es un reconocimiento a tantos sacrificios y es la señal de que elegimos el camino correcto”, contó.
Hace once años en Alvear, María Itati Ortega recibía su título docente e iniciaba así un camino signado por el servicio, el amor y la entrega. “En educación por supuesto que tenemos que enseñar contenidos, pero tan importante como eso es el cómo lo hacemos. En nuestro día a día, los docentes nos encontramos con muchos niños que, antes que conocimientos necesitan recibir atención y afecto, porque estamos en una sociedad llena de carencias en la familia y a veces el docente es lo único que tienen”, dijo durante una charla con el área de prensa de la cartera educativa, oportunidad en la que remarcó “tenemos que ser muy responsables con lo que decimos, porque una palabra si es negativa los puede marcar para mal, y si es buena puede redirigir toda su vida hacia un futuro lleno de nuevas posibilidades”.
Una de las razones por las que Marita fue elegida como docente destacada 2025 fue justamente su excelencia frente al aula, “yo no puedo dejar de lado la emoción. Yo quiero como hijos a mis alumnos y por eso observo muy detalladamente a cada uno, puedo detectar cuando alguno tiene dificultades o quien pasa por cierta situación. Yo no sé enseñar sin involucrarme”, remarcó.
“Seño, no tomo una gota de alcohol”
Anécdotas en la historia de esta maestra hay cientos, pero una de las que ella recuerda con más amor tiene que ver con un alumno de Pellegrini que tenía entre 14 y 15 años. “Él era muy bueno y muy educado como todos sus compañeros y en una oportunidad lo noté muy risueño y graciosos. Me llamó la atención porque era un chico tranquilo. Cuando le pregunté que le pasaba, el compañero me dijo “está alcoholizado maestra”. Había estado tomando con su tío. Yo primero me enojé, después la directora le habló y él entendió”, recordó y continuó su relató: “Volvimos a la clases y yo no pude seguir, me largue a llorar y le dije “mi hijo, tenes 14 años, como vas a hacer eso con tu vida, tenes que pensar en tu futuro, no te hagas daño”. Después vino la pandemia, terminó mi suplencia ahí. Años más tarde él me mandó un mensaje contándome que estaba trabajando en el campo. Le digo “¿y la escuela?” pero me dijo que no quería volver”.
La historia no terminó ahí, en el 2022 Marita quedo titular en Pellegrini “volví a trabajar allá y yo me había olvidado de lo que pasó. Un día me estaba preparando para un acto en una peluquería y un chico que estaba esperando turno me dijo “¿se acuerda de mí?”, me recordó su nombre, nos saludamos y volví a preguntarle por la escuela pero él me volvió a decir que eso no era para él, yo le dije que sí, que podía estudiar en la nocturna, uno siempre como docente queriendo llevarlo de nuevo al sistema. La peluquera me dijo él está por ser papá y él me dice “seño, no tomo una gota de alcohol” finalizó entre lágrimas.
Después de esto la docente reflexionó: “Me emociono cada vez que me acuerdo porque si bien no le pude llegar en lo académico, algo que yo hice y que es genuino, a él le cambio la vida, y esos son los regalos que nos da la docencia”.
Cartas con amor
Varias fueron las anécdotas que contó la maestra alvearense. Una ellas habla de cartas que envió a sus alumnos y el impacto que ellas generaron. “Cuando terminé mi practica en una escuela escribí cartas para cada alumno hablando de sus fortalezas y debilidades. Fueron cartas que me salieron del corazón con mucho amor y respeto. Eran nenes de tercer grado, y las mamas me contaban que las tenían pegadas en la heladera y todos los días les hacían leer a los papas. Hay una nena que me contactó terminando la secundaria en la escuela agrotécnica, y me dijo que ella cada tanto lee de nuevo la carta porque fue muy importa para elevar su autoestima”.
El casamiento
Marita tiene 3 hijos (Joel, Mena y Roni) y espera el cuarto. “Yo no sabía que estaba embarazada. Vivo en Alvear y viajo todos los días hasta la escuela N° 126 Remedios de Escalada de Paraje Remanso. Me tomo un colectivo, me bajo en la ruta y hago 4 o 5 km en una bicicleta plegable que me compre. Mientras hacía calor a la salida de la escuela los colectivos me alzaban, después cuando empezó a ser muy oscuro yo tenía que pedalear otros 7 km hasta el próximo pueblo (yo tengo turno tarde), me agarraban lluvias y tormentas. Y como no sabía que estaba embarazada lo seguía haciendo, después me tuve que mudar a la escuela hasta que ya no pude más y pedí licencia porque el embarazo se complicó un poco” dijo.
Además de esto, Marita y su pareja Rodrigo habían decidido casarse “Hace rato que queríamos casarnos, y justo nos dieron fecha para el martes 16 de septiembre, pero después me avisaron desde el Ministerio de Educación que ese día el Gobernador y la ministra Práxedes López me iban a dar un reconocimiento. Yo no estaba por venir porque con mi embarazo estaba de reposo, incluso hace 3 días estuve internada, pero ya está todo bien. Fue Rodrigo el que me insistió para que viniera. Después de tener una charla, los dos entendimos que es un reconocimiento a tantos sacrificios y es la señal de que elegimos el camino correcto. Nosotros somos muy optimistas y siempre vamos para adelante, por eso elegimos cambiar la fecha del casamiento y pude viajar a Corrientes para estar en el acto”, contó.
Así fue que el martes pasado María Itatí recibió su premio junto con otros 21 educadores de todo el territorio provincial cuya tarea diaria representa fielmente el espíritu de la educación correntina.

