En los últimos años, las evaluaciones educativas en nuestro país han puesto en evidencia las dificultades por las que atraviesa el sistema educativo y se ha detectado la urgencia de poner foco en la alfabetización. En relación con las habilidades de lectura, los datos muestran que los niños estudiantes de la escuela primaria y secundaria no logran comprender los textos que leen (ERCE, 2019). El operativo Aprender (Ministerio de Educación y Deportes de la Nación) mostró que 3 de cada 10 niños de tercer grado de la escuela primaria tienen bajo desempeño en lengua, 4 de cada 10 de sexto grado se desempeñaron en un nivel básico o por debajo del básico, y que, en el nivel secundario, el 46,4 % de los estudiantes solo logra identificar información literal en textos sencillos (ubicándose por debajo del nivel básico). La problemática no es nueva pero sus efectos se acentuaron con la pandemia y el aislamiento preventivo.

El bajo desempeño en comprensión lectora en los primeros grados genera dificultades para comprender los textos y para aprender nuevos contenidos, por lo que resulta un indicador de la sobreedad (indicador del retraso de los alumnos en su progreso en el sistema educativo), de la desmotivación para aprender, del desempeño aún más bajo a medida que avanzan en la escolaridad y del abandono. La situación resulta más compleja cuando se tiene en cuenta la brecha en desempeño que separa a los estudiantes de los distintos niveles socioeconómicos (Hernández, 2011; Rasinski et al., 2017).

Por otra parte, la investigación en ciencia cognitiva en los últimos cincuenta años ha desarrollado un sólido corpus de saberes, constituyendo lo que hoy se denomina “ciencia de la lectura”, que otorga bases sólidas para la enseñanza y aprendizaje eficaz de la alfabetización y el desarrollo de habilidades lectoras y escritoras. En esta línea se sitúan investigaciones vinculadas con la fluidez lectora.

La fluidez lectora se define como la articulación entre las habilidades de precisión y velocidad en el reconocimiento de palabras y la comprensión. El desarrollo en paralelo de ambos procesos permite que los niños comiencen a leer de manera independiente, a comprender lo que leen y a aprender a través de la lectura de textos. Para alcanzar este objetivo, se proponen lecturas graduadas en complejidad y distintas estrategias que tienen como base a la lectura en voz alta.

Este programa se pone en acción a través de un convenio entre la Fundación Varkey y el Ministerio de Educación de Corrientes y consiste en un operativo de medición de la fluidez lectora de un grupo de estudiantes de 2º segundo grado.

Estudiantes de segundo grado de 50 escuelas, cuyos docentes de 1º primer grado haya hayan participado del Programa programa “Liderar la Alfabetización Inicial” en el ciclo lectivo anterior.

Implementar un operativo de evaluación de fluidez lectora.

Realizar una prueba piloto de medición de la fluidez lectora que permita sentar las bases para escalarla, en un futuro cercano, a mayor número de estudiantes y escuelas.

• • Instalar la importancia de la fluidez lectora como indicador del progreso en la habilidad de lectura y comprensión.
  • Fortalecer la cultura del relevamiento de datos para conocer el estado de situación y generar acciones y políticas ajustadas a las necesidades reales.
  • Motivar a los actores involucrados para generar acciones que promuevan la lectura en voz alta en las escuelas y la formación docente en lectura y comprensión basadas en evidencia.

La implementación en Corrientes será liderada por Fundación Varkey quien junto a referentes del Ministerio, llevará a cabo reuniones organizativas y capacitaciones con supervisores, directores y docentes aplicadores.

La medición de fluidez se realizará por medio de una plataforma creada para tal fin, a través de la cual los aplicadores podrán volcar los resultados de la evaluación de cada estudiante, tras la

lectura que realicen en voz alta durante 1 minuto. Previamente será necesario confeccionar una base de datos y generar usuarios en la aplicación, preparando el camino a las pruebas de lectura.

El instrumento para la prueba consta de 3 partes: lectura de palabras, lectura de pseudopalabras y lectura de un texto completo al cual se suman preguntas de comprensión.

Una vez realizada la aplicación de la prueba, las lecturas son puntuadas atendiendo a los criterios implicados en la fluidez: velocidad, precisión y prosodia. De acuerdo con estos criterios, los lectores son categorizados en niveles de desempeño, según se observa en la siguiente imagen:

Para la realizar la implementación los aplicadores dispondrán de un cuadernillo para el estudiante y otro para el aplicador. Es necesario que el docente aplicador cuente con un dispositivo con acceso a internet para cargar los resultados en la plataforma.

Para la implementación de este programa se requiere de los siguientes recursos:

• • Aplicadores: se convocará a docentes de las escuelas involucradas que no fueran docentes a cargo de segundo grado. Estos participarán de una capacitación presencial de dos horas previa a la aplicación en las escuelas.
  • Impresión de los cuadernillos para aplicadores y estudiantes (uno de cada uno por aplicador). A cargo del Ministerio.
  • Teléfonos con acceso a internet. Cada aplicador usará un dispositivo.
  • Espacio adecuado en cada escuela para la situación de lectura individual.

Fundación Varkey cuenta con un área de Monitoreo y Evaluación (M&E) que permite dar cuenta del progreso e implementación de los programas implementados y el seguimiento de los proyectos en desarrollo en las instituciones educativas, a través de diferentes encuestas. Además, la Fundación posee un sistema de gestión de la información en la plataforma “Salesforce” que permite organizar los datos de manera eficiente para poder observar los progresos de los participantes y las escuelas y la satisfacción de quienes participan de los programas.

El instrumento para la prueba de los estudiantes consta de 3 partes: lectura de palabras, lectura de pseudopalabras y lectura de un texto completo al cual se suman preguntas de comprensión.

Consiste en la toma de la lectura de los estudiantes de segundo grado durante 1 minuto.

Una vez realizada la aplicación de la prueba, las puntuaciones son cargadas a la plataforma, atendiendo a los criterios implicados en la fluidez: velocidad, precisión y prosodia.

Cargados todos los datos, se procesan para la elaboración del Reporte Final.