Laura Lewin: “Hay que entender que captar la atención de los alumnos es el gran desafío de este siglo”

Autora de varios libros entre ellos “Cómo aprende el Cerebro (y cómo deberíamos enseñar)”, Laura Lewin es actualmente una de las capacitadoras en educación más importantes del país y desde hace algunos días está en Corrientes formando a docentes de capital y del interior por invitación del Gobierno Provincial a través del Ministerio de Educación. Esta mañana la especialista estuvo en el Club San Martín, donde dio un taller para más de 3 mil personas, oportunidad en la que la titular de la cartera educativa Práxedes López hizo hincapié en la importancia del docente para lograr una verdadera transformación educativa.
Pero antes de su presentación, Lewin dedicó un tiempo a conversar con el área de prensa de este Ministerio. Lo que sigue es apenas un extracto de la charla en la que, entre otras cosas, dijo que para facilitar el aprendizaje, “los chicos necesitan estar tranquilos y saber que cuando no les sale una cuenta, no es el fin del mundo. Eso les da la posibilidad de desarrollar habilidades como la resiliencia, el manejo de la frustración, la creatividad, la innovación o el pedir ayuda”. También planteó la importancia de que los estudiantes vean más allá del examen y de la nota: “Debemos mostrarles cual es el verdadero propósito de la escuela, es decir, mostrarles que la escuela no busca prepararlos para aprobar la materia, sino prepararlo para aprobar la vida”.

¿Por qué elegiste el tema “Como aprende el Cerebro (y cómo deberíamos enseñar)”, para diseñar un taller?
Yo vengo hablando de estos temas desde hace muchísimo tiempo. Esta capacitación salió del libro Cómo Aprende el Cerebro y cómo necesitamos enseñar. Lo que quise hacer fue fundamentar todo lo que vengo diciendo hace tantos año, fue darle un marco más científico a todo lo que vengo pidiendo desde hace tiempo, desde la importancia de las pausas activas en el aula, la diferencia entre entender y aprender, cómo captar la atención de los alumnos y sostenerla, como enseñarle a chicos que son tecnoadictos.

Si comparamos a las escuelas de antes con las escuelas de ahora, son muy parecidas ¿Por qué crees que cuesta tanto cambiar?
Es muy difícil cambiar, yo siempre digo a modo de chiste que si cambiar fuera fácil yo estaría flaca… cambiar no es fácil y a eso se suma que por un lado queremos cambiar, y entendemos que la educación tiene que transformarse, pero por el otro hay muchas resistencias, por ejemplo si el docente no hace que los chicos escriban demasiado en el cuaderno, los padres preguntan ¿por qué no están escribiendo?, como si escribir fuera la única evidencia de aprendizaje, entonces tenes mucha resistencia por parte de las familias. También hay docentes que están en sus zonas de confort o no siempre acceden a capacitaciones y a esto se suma el hecho de que una cosa es entender y otra cosa es aprender, una cosa es ir a una capacitación que te guste y que tomes nota y otra cosa es el aterrizaje en el aula ¿por qué? Porque volves a tu zona de confort, o a veces queres intentar cosas nuevas y viene el directivo y te dice ¿Por qué estos chicos están parados, o por qué no están en silencio?, entonces es todo un sistema el que hay que cambiar.

¿Por dónde hay que empezar?
Por los directivos. Necesitamos directivos empoderados, directivos con visión y directivos con coraje, porque transformar la educación no es fácil.

¿Cuál es el eje sobre el que debe girar la nueva manera de enseñar?
Yo creo que hay que salir de un aula de transmisión y pasar a un aula de experimentación. Esto de que el docente pueda correrse de adelante del pizarrón y pueda permitir que hayan experiencias de aprendizaje que despierten la curiosidad en los chicos y que tengan ganas de saber más.

¿Cómo por ejemplo?
Como por ejemplo salir del modelo de la pura transmisión del docente hablando, a un modelo de alumnos investigando, utilizando Inteligencia Artificial, realidad aumentada, a más acción, que los chicos puedan activar lo que están aprendiendo. Algo con lo que trabajamos en los talleres es que una cosa es entender y otra cosa es aprender. Entonces la información tiene que entrar el cerebro a través de lo que escucho, lo que leo, lo que veo, pero si no sale, no se convierte en aprendizaje. ¿y que es que salga?, hacer algo como explicárselo a un compañero, explicarlo con mis palabras, grabar un podcast, hacer una dramatización, hacer un guión, hacer un experimento, hacer algo.

Hoy se dice que los chicos y las personas pierden la atención muy rápido. En este contexto ¿Cómo se hace para enseñar temas difíciles o complejos?
Es clave lo que estás diciendo, porque es verdad, estos cerebros tecno adictos están muy acostumbrados a estímulos cortitos. Te pasa a vos misma, si estás viendo un reel de Instagram y si a los 10 segundos no te interesó pasaste al próximo. Entonces la atención es un bien que no es infinito y cuesta mucho captar la atención de los alumnos. Entonces hay que empezar con alto impacto, algo que capte la atención de los alumnos y seguramente ir segmentando esa clase a través del micro aprendizaje. El microaprendizaje tiene que ver con pequeñas cápsulas de aprendizaje, entonces vos poder segmentarlo, podes trabajar con por ejemplo el aula invertida.

¿Qué es el aula invertida?
Es trabajar en casa con un video, un tutorial, un texto y después ir al aula a activar todo eso y también en el aula que la explicación del docente sea breve y que tenga actividades y diferentes recursos y entender que captar la atención de los alumnos es el gran desafío de este siglo.

Y en un contexto en el que los padres pasan muchas horas trabajando ¿Cómo se hace para que en sus casas tengan el tiempo de hacer estas aulas invertidas?
Todo cambio lleva mucho tiempo, pero lo primero que necesitas con todo cambio es la concientización, entonces no se trata de tener reuniones informativas con los padres, se trata de tener reuniones de concientización para que ellos sepan porqué la necesidad de este cambio. No tiene ningún sentido tener a los chicos en el aula mirando como explica el docente. Lo que queremos es que en vez de hacer los deberes en casa, que puedan leer, ver un video un tutorial, preparar el tema para que en el aula podamos maximizar el tiempo cara a cara y ahí se contestan dudas, se hacen dinámicas interesantes, interactivas. Y Explicarle que colaborar en casa no es hacer los deberes por ellos. Cuando yo hago la tarea por mi hijo, y si mi hijo puede hacerla, el mensaje que le estoy dando es “como vos no podes hacerlo, lo tengo que hacer por vos” y eso genera frustración e inseguridad. Hay que generar el espacio, generar el lugar donde puedan estudiar, que aprendan a pedir ayuda.

Actualmente personas de todas las edades tienen serios problemas de comprensión lectora ¿Qué falló para que esto suceda?
Yo creo que es la falta de trabajar actividades como el pensamiento crítico, el debate, el aprender a pensar más profundo y además la falta de lectura. Muchas veces, a los chicos les asignan un texto y como no les interesa, buscan en internet el resumen y se limitan a hacer el resumen oral. Yo estoy convencida que estudiar y aprender es un acto de amor al yo del futuro de cada persona. Los chicos necesitan estar tranquilos y saber que cuando no te sale una cuenta, no es el fin del mundo, eso te da la posibilidad de desarrollan habilidades como la resiliencia, el manejo de la frustración, la creatividad, la innovación, el pedir ayuda entonces cuando los chicos pueden ver un poquito más allá del examen y de la nota, empezamos a mostrarles cual es el verdadero propósito de la escuela, que no es únicamente prepararlo para aprobar sino para aprobar la vida y creo que falta esa conexión, que los chicos entiendan el porqué de lo que se hace. Cuando te doy un libro no es para complicarte la vida, es para ayudarte a pensar ayudarte a soñar, a trabajar la empatía ponerte en lugar del otro, aprender vocabulario, tener una lectura más fluida. Hoy vamos tan rápido que nos vamos perdiendo esos momentos de entender el porqué de lo que estamos haciendo.
El otro día escribí una columna que está por salir en Infobae y tiene que ver con el movimiento slow, un movimiento más lento que empezó en el mundo hace mucho tiempo y que yo lo quiero llevar a la escuela.

¿Cómo es el movimiento slow?
El movimiento slow dice que a veces es mejor menos pero más profundo, que mucho contenido y que no quede nada. Es disfrutar un poco más de la clase. En primaria podría hacer experimentos, que se disfracen de científicos locos, eso lleva más tiempo, pero no se olvidan nunca más en la vida. Entonces el movimiento slow en la escuela es bajar un cambio, que disfrutemos del aprender, que no sea una obligación aprender, que sea una elección.

¿Qué hacer cuando la docencia se vuelve un trabajo monótono y deja de importar el diseño de cada clase?… es decir cuando por distintas circunstancias o por el contexto, se pierde la pasión
Yo cuántos años tengo de profesión y no hay nada que ame más que lo que hago. Uno también tiene que reinventarse. Uno tiene que encontrar la alegría y el goce y las ganas en las cosas que haces. Yo cada taller que dicto lo cambio 20 veces porque me aburro sino, y me encanta escribir un libro nuevo, dar un taller nuevo y de esa manera voy como re enamorándome de lo que hago. Y el aula si no es un lugar de invención todos los días, no sé qué puede ser mejor. En un taller donde tener que coser todos los días te acepto que puede ser tedioso, pero ¿un aula?.
Pero ojo, no vamos a romantizarlo, porque una cosa es la motivación y otra cosa es la satisfacción laboral, que son dos cosas diferentes. Entonces, obviamente que cuando vos haces algo de corazón y no lo ves retribuido en el aprendizaje de los alumnos, el apoyo de las familias, el sueldo a fin de mes u otro tipo de beneficios se hace re cuesta arriba, pero también es verdad que es la vocación que uno eligió. A mí me encantaría que todos los docentes tengan el sueldo que merecen, porque se lo merecen y nos los merecemos todos, pero no podes permitir que tu descontento impacte en el clima del aula. Yo soy la primera que pelea por sueldos dignos, hablo incluso del sueldo emocional que no es un sueldo económico, es lo que el directivo debería generar en la escuela para que uno esté con más ganas. Desde el clima social, actividades recreativas, culturales, el que se sienta parte del proyecto, que tengan más participación, pero uno no puede entrar al trabajo todos los días mal porque no está de acuerdo con las condiciones laborales, porque esta es una decisión de vida que hay que hacer.

La Inteligencia Artificial reemplazó una cantidad de trabajos ¿Qué va a pasar con la docencia?
La inteligencia artificial nunca en la vida va a reemplazar a un docente, porque la magia la hace el docente. La magia del docente está en la mirada, en el abrazo, en el “dale que vos podes”. Es la pasión, la conexión.

Sí, pero hoy muchas personas incluso prefieren hacer terapia con una IA que con un psicólogo ¿Cómo hacer para que en el futuro no prefieran a una IA antes que a un docente?
Pero el riesgo de la IA en ese sentido es que hay un matiz en cada afirmación (por ejemplo si digo “me quiero matar”… porque realmente lo estoy pensando, o digo “me quiero matar” como una expresión de preocupación), Si la IA no te lo interpreta, estás en graves problemas, una cosa es preguntar al chat GPT “10 técnicas poderosas para hacer algo”, y otra cosa es hacer terapia con la tecnología. Y me parece que en el aula pasa lo mismo. Ahora, es verdad que un docente con tecnología es mucho más eficiente que un docente sin tecnología porque le genera a la clase un interés más grande, pero siempre sabiendo usarla, porque hay docentes que usan la IA como si fuera google. Pero si se usa para ir más profundo y hacer las clases más creativas ahí es espectacular. El docente tiene que estar entrenado, tiene que tener ganas y tiene que salir de su zona de confort.

¿Y la Inteligencia emocional?
Para mí es transversal a todo. No podemos hablar de educación sin hablar de inteligencia emocional. Un alumno que se frustra, un alumno que tiene miedo, no puede aprender. Altos niveles de ansiedad generan bajos niveles de aprendizaje, entonces no podes separar la parte emocional socioemocional del aula. Un alumno que tiene miedo a que le marquen los errores y sentirse humillado no te va a levantar la mano, si alguien tiene miedo de cometer un error no se va a exponer, no va a arriesgar.