La Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (DiSEPA) del Ministerio de Educación, a través del Programa de Educación y Prevención del Consumo Indebido de Drogas, participó de la Jornada «Juntos Por una Cultura Saludable» que se realizó en la mañana de hoy en el Colegio Secundario Iberá.
De la actividad participaron la titular de la DiSEPA, Julia Sáez, el ministro de Seguridad, Pedro Braillard Poccard, el rector de la institución educativa Francisco Villanueva, representantes de organismos estatales y equipos que fueron protagonistas de la cruzada artística.
El encuentro empezó muy temprano con talleres de padres; espacios de música; de teatro; de danza y de pintura. En cada uno de ellos hubo una consigna en común: promover actitudes que fortalezcan las capacidades de los jóvenes para prevenir el consumo de drogas.
En primer lugar se inauguró formalmente el «Mural con Valores», que se expande en el muro externo de la institución educativa. Las pinturas fueron realizadas por la DiSEPA en forma conjunta con el Colegio Secundario Ibera, el Grupo Abierto Murales con Valores, los Alumnos Preventores y el Centro de Actividades Juveniles (CAJ).
Luego, los encargados de cada taller realizaron muestras y exhibieron los resultados de la iniciativa artística con expresiones a favor de la vida y de la promoción de la salud.
El ministro de Seguridad, Pedro Braillard Poccard felicitó a las familias que se sumaron a trabajar con sus hijos y dieron aportes para avanzar en la lucha contra las drogas, como así también valoró el compromiso de los jóvenes por ayudar a compañeros que pudieran estar en el flagelo de las adicciones.
La titular de la DiSEPA, Julia Sáez destacó la participación de los estudiantes y sobre todo el interés por defender la vida y generar mensajes en contra de sustancias tóxicas. También señaló la importancia del mural, espacio en que se plasmaron diversos mensajes positivos, alegres y constructivos a la sociedad.
La cruzada artística estuvo basada en que la problemática del consumo exige una mirada integral y por tanto su intervención también lo debe ser. La escuela se debe reconocer como un espacio de producción y organización privilegiado del lazo social, del encuentro con el otro, de facilitador de los deseos, de la posibilidad que brinda, a quien asiste y a través de los saberes que promueve, de proyectarse en un futuro.