El Ministerio de Educación, a través de la Dirección de Intercultural Bilingüe actualmente lleva adelante ofertas de capacitación que incluye la utilización de la plataforma virtual de la cartera educativa provincial, que es administrada por la Dirección de Tecnología Educativa.
La experiencia del equipo técnico de intercultural Bilingüe con el curso “Escuelas de Fronteras”, los llevó a pensar en el aula virtual como un espacio de trabajo colaborativo y es así que el libro MIC (Made In Corrientes) se fue desarrollando a través del entorno virtual con el que cuenta la jurisdicción.
La profesora Clavia Córdoba contó la experiencia de la Dirección en el uso de las aulas virtuales para las acciones que se proponen desde la dirección de intercultural bilingüe. Explicó que la primera práctica con entornos virtuales fue el Curso Escuelas de Fronteras, que surgió como alternativa para atender a los docentes que se encontraban en el interior de la provincia y no podían costear los gastos de traslado, “El uso de las aulas virtuales fue la mejor alternativa que se encontró para trabajar con los docentes, costó en un principio pero se fueron incorporando de a poco. Yo creo que por lo que veo en los cursos los docentes son más conscientes de que existen las aulas virtuales y lo práctico que estas resultan”.
Lo práctico del aula virtual, señala Córdoba es el hecho de que los docentes pueden, al finalizar su encuentro presencial, contar con todo ese material en un mismo lugar. Los videos, presentaciones, documentos todo está disponible para que el cursante pueda acceder sin mayores complicaciones. “El aula virtual representa una herramienta útil para los cursos de formación docentes por el complemento que significa para los cursantes y para nosotros como profesores dictantes”, dijo.
En esta misma línea, señaló que pensar un curso que tenga como herramienta de trabajo el aula virtual, necesariamente implica el análisis de qué materiales se debe de elaborar para compartir en este espacio, “De esta manera uno empieza a crear sus propios contenidos respondiendo a necesidades y contextos concretos. En este sentido en el curso que hacemos en guaraní que se llama “Elaborando material didáctico en guaraní”, el trabajo final, es justamente diseñar un material didáctico que ellos van a donar como docentes a las bibliotecas de la escuela. Y el aula virtual funciona aquí como banco de materiales que va registrando todo ese proceso de creación”, contó.
Trabajo colaborativo
Desde la Dirección manifestaron que esas instancias de trabajo virtual con docentes, los llevó a pensar en la utilidad del entorno para la elaboración de materiales didácticos. Es así que se diseñó junto a la Dirección de Tecnología Educativa, un aula virtual para el curso de elaboración de materiales didácticos en guaraní. Con esta experiencia, comentó Córdoba, “vimos que el aula iba a ser el mejor recurso para poder comunicarnos con el equipo de redacción del libro de inglés que se estaba diseñando en la jurisdicción. Fue un gran desafío porque éramos 20 personas trabajando en una wiki, surgieron inconvenientes pero también las estrategias para ir resolviéndolo. Fue súper útil, el libro se fue escribiendo en el aula y como usuarios veíamos los aportes de todos y los avances quedaban registrados”. En la misma línea señaló que la ventaja que encontraron en el aula es que no debían de responder a horarios de trabajo que fue otorgando cierta autonomía en cada uno de los involucrados en el diseño. “Los ritmos de trabajo de cada uno eran distintos y también los momentos de creación que es importante en el momento de escribir el material didáctico. Entonces las instancias de trabajo presenciales nos sirvieron para organizar el trabajo que después lo volcamos al aula. La gran ventaja del aula virtual en ese caso fue que en los presenciales trabajamos de otra manera. Por ejemplo para las 2 de la tarde ya teníamos tareas y equipos de trabajo para continuar el diseño de materiales en el aula. Es decir ya sabíamos qué hacer con quién hacerlo y dónde subirlo” finalizó.